Un sonido estridente...

Un sonido estridente y feliz inunda el vació de la nada eliminando lagrimas y provocando sonrisas burlonas e irónicas, el ritmo pausado y alegre hace vibrar las paredes del manicomio, bebiendo cerveza como se bebe la vida, arrancando suspiros antes de caer inconsciente.

Mi cara sucia y amarga mira al sol como retando a todas las mujeres a volar, como si fueran pájaros matutinos de esos que te despiertan con su inconsciente inteligencia.Le grito al sol que salude tu día sin prever que sus rayos te calcinaran la ropa, ni hablar, bailaras desnuda ante los ojos ávidos por descubrir la magia que encierra tu contoneo sutil, tu delicadeza al hablar, la elegancia de tu acento.

No tengo miedo, quiero redimir este sueño que parece perdido, tal ves algún día cenes a mi lado y desayunes al tiempo siguiente besos azucarados con fastidio cotidiano.

El sonido estridente de guitarras eléctricas devuelven la vida a los unicornios perdidos en el diluvio, energía pura e incontenible corre por los pechos excitados, la cabeza se agita con frenesí total mientras las palmas de las manos golpean con fuerza las piernas llagadas.

Imágenes corren por la imaginación desbocada producto del estrepitoso redoble de las vaquetas. Mi voz grita melódicamente que te quiero besar para encontrar la verdadera aflicción que me darás.

¿Qué paso?

Nada. Solo que soy un soñador estúpido que aun se forma una quimera en su cabeza para después olvidar su realidad y dejar que lo coma lo cotidiano.

El viejo dice que el mundo se detuvo en mi cabeza, que si no me doy cuenta, me da risa triste no poder gritar como el sonido estridente que imagino en el viaje musical nocturno.

FARR

Arlekyn