Una mujer me miraba desde la entrada del cuarto. Hizo señas para que la siguiera y obedeciendo nos dirigimos a la estancia, a oscuras nos miramos largo rato hasta que ella dijo:
Son las 24:21 acá en mi ciudad, el tic tac de la pared no deja de sonar y no dejara de hacerlo, podría decir que es increíble como pasa mi tiempo, pero no, seria como engañarme a mi mismo. Pasan por mi mente muchos recuerdos y muchos de ellos estaban vacíos.
Hoy la luna me dijo que estaba triste y no supe que decir, busque por mucho tiempo las palabras correctas y nunca aparecieron, pero, mis dedos, mi piel sabia que hacer y no esperaron la orden de mi cerebro, como si tuvieran vida propia, empezaron a hacer caricias que para el infierno no tienen sentido, entonces vino a mi una idea que se hizo mucho mas fuerte de lo que pensaba:
"El amor nos salva"
¿Donde están las palabras de aliento que hace siglos mis labios pronunciaron? no lo se, tal vez me he cansado de decirlas, tal vez escaparon con el ultimo tren a el olvido...
Por ultimo, la Luna me dijo que tengo arrugas debajo de los ojos, entonces, un recuerdo vino a mi mente:
Todas las mañas, después de despertar, miro mi rostro en el espejo y ya no veo al mismo hombre que solía ser, ahora veo a un anciano que con el transcurrir del día rejuvenece hasta morir otra vez en la noche cuando cierra los ojos, justo antes de perderse en el sueño...
Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detrás de mí también las pisa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie. Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie.
Solo voy a volver, siempre me vas a ver y cuando regrese de este vuelo eterno... solo veras en mi, siempre a travez de mi, un paisaje de espanto asi...